Pintar el timón

El acabado de pintura del timón, (dando felicitaciones a David y a Roberto que les quedó genial) consiste en aplicar sobre la superficie, una base clara en un tono anaranjado, una vez seca se aplica un color más oscuro, en este caso un marrón chocolate. Y antes de secarse, con movimientos suaves y una esponja se quitan excesos sobre todo en los extremos del timón, por la parte del medio, de modo que dejas entrever los dos colores, y ayudas a crear el efecto de volumen deseado. Una vez realizada esa tarea, se aplican unas bases de barniz envejecido, y se terminan los detalles, oscureciendo zonas que lo requieran, y que ayudan a darle un toque antiguo al timón.